El Poeta, de Neruda.
Antes anduve por la vida, en medio de un amor doloroso: antes retuve una pequeña página de cuarzo clavándome los ojos en la vida. Compré bondad, estuve en el mercado de la codicia, respiré las aguas más sordas de la envidia, la inhumana hostilidad de máscaras y seres. Viví un mundo de ciénaga marina en que la flor de pronto, la azucena me devoraba en su temblor de espuma, y donde puse el pie resbaló mi alma hacia las dentaduras del abismo. Así nació mi poesía, apenas rescatada de ortigas, empuñada sobre la soledad como un castigo, o apartó en el jardín de la impudicia su más secreta flor hasta enterrarla. Aislado así como el agua sombría que vive en sus profundos corredores, corrí de mano en mano, al aislamiento de cada ser, al odio cuotidiano, Supe que así vivían, escondiendo la mitad de los seres, como peces del más extraño mar, y en las fangosas inmensidades encontr...